La imagen de la
cofradía consiste en un Nazareno en posición de rodillas con la Cruz a cuestas,
simbolizando el conjunto del paso de ”La Primera Caída de Jesús”. La bellísima
escultura fue obra del reconocido escultor conquense D.LUIS MARCO PÉREZ,
legítimamente acreditado como uno de los grandes imagineros tradicional escuela
castellana, Luis Marco ha sido
catalogado como un escultor típicamente ibero, recio y potente de forma,
así como de profundísima hondura y místico en su condición estética. De su
pródiga obra, diseminada por todo el Estado Español, sobre todo en las ciudades
de Cuenca, Toro, Ciudad Real, Valdepeñas, Puertollano, Avilés, Plasencia,
Albacete, Almadén, Mota del Cuervo, San Sebastián, Requena, y un largo
etcétera, llegan a destacar, además de nuestro precioso Nazareno, el Cristo de
los Espejos, la Oración del Huerto, el Descendimiento, y San Juan Evangelista,
el Santo Entierro, la Santa Cena, la Piedad, etc, creaciones todas ellas plenas
de calidad artística y valor incalculable.
La magnífica imagen
de nuestro nazareno fue realizada con la utilización de las técnicas tradicionales habitualmente empleadas por su
creador, como vienen a ser el modelado en escayola, vaciado, composición
artística y policromía. La composición del rostro aparenta haber sido
inspirada, según apreciación de quien aquí relata, en la impresionante talla de
medio cuerpo, representado a un bellísimo ECCE-HOMO de madera policromada, realizada
en el siglo XVII, (sobre 1655), que se conserva en la capilla-Oratorio del Ecce-Homo
de la Catedral de Cuenca, imagen la cual destaca por su tremendismo, el vigor y
la fuerza de su expresión, todo lo cual viene a recordarnos las más elocuentes
y doloridas tallas de la tradicional escuela castellana, aunque si llegamos a
contraponer la riqueza de sus detalles, así como la de su policromía, asemeja acercarse más a
las de las escuelas andaluza. La imagen va vestida con un maravilloso manto de
terciopelo morado, bordado a mano, con filamentos de oro en las mangas, en la
parte delantera, y con un cordón también dorado atado al cuello y a la cintura,
además por la parte de detrás lleva bordado alguna piedra decorativa.
Si llegamos a
entablar comparación a los rostros de ambas imágenes, podremos observar que
llegan a establecer una singular correlación en la similitud de rasgos,
destacando en ambos su extraordinaria perfección formal, así como una tremenda
y dramática expresión de súplica, desolación y dolor.
Cofradías del Nazareno de Arrabal de Requena. Valencia. Fundada en 1948
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